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viernes, 7 de noviembre de 2014

CAMINO DE SANTIAGO - ETAPA 8. ASTORGA - PONFERRADA


MARTES 28/05 - DÍA 8. ASTORGA - PONFERRADA

Me despierto en Astorga sabiendo que cada vez queda menos para llegar a Santiago, sólo pensar los kilómetros recorridos y las anécdotas y sitios visitados es una fuerza vital al despertar cada mañana.

Poniéndome en marcha salgo de Astorga, y a la altura del pueblo de Valdeviejas me encuentro con la famosa ermita del Ecce Homo que terminó de restaurarse en el siglo XVIII.
El significado de "Ecce Homo" se traduce como "He aquí el hombre", y es la expresión que utilizó Poncio Pilato cuando mostró a Jesús flagelado y con la corona de espinas.

Cobraban 1 euro por entrar y decidir dejarlo estar y empezar a dar pedales, había bastante cola.

El día amaneció despejado, pero la previsión que me daba el móvil para hoy por la zona era de bastante frío y lluvia y/o nieve.

Voy "quitándome" peregrinos a pié, dando el ¡¡¡Buen Camino!!!, me encanta decir eso todos los días.
Y siguiendo el Camino no tiene muy buena pinta el horizonte, a dónde tengo que ir sin remedio.

Video - "Destino Cruz de Ferro" 


Si echo la vista hacia atrás me encuentro con este pedazo de sol radiante. ¡¡Curiosidades del tiempo!!

La entrada a Santa Catalina de Somoza.
El caminito hasta llegar aquí ha sido hasta el momento frío y con viento en contra, pero bastante llevadero.

Uuupssss!!! Mala pinta tiene la cosa. Pero hay que tirar hacia delante siempre y con todo.

Otro vistazo atrás.

Selfie!! Selfie!! jejeje... Hoy es una etapa dura, y el mal tiempo quiere entrar a jugar en este día.

Pues bien, llegados a este punto, comienza un pequeño sendero que me lleva hasta el principio de la subida a la Cruz de Ferro, una de esas cumbres que ansiaba tanto desde el día que partí de Alicante.

Antes de empezar a subir me encuentro con este cartel informativo.

Allá voooooy... y por el camino de tierra, como debe de ser.

A pesar de que la recomendación es que los bicigrinos vayamos por la carretera, decidí probar el camino de tierra, merece la pena.

Puede ser algo más duro que la carretera, pero desde luego es mucho más bonito. El truco está en mantener una buena cadencia de pedaleo y compensar el peso en la bici.

Fotito de rigor, y para arriba!!

A mitad de subida hay un pequeño descanso para coger aire y seguir hasta arriba del todo. En este tramo el tiempo me da una pequeña tregüa, aunque el frío se nota y mucho, 5ºC aunque no lo parezca.

Me encuentro justo a la entrada de Rabanal del Camino.

Y mi meta es subir hasta Foncebadón. La Cruz de Ferro queda a 6 kms, lo tengo prácticamente hecho.

Arranco con fuerza desde Rabanal del Camino, llevo 7 kms subidos, quedan 6 para coronar Cruz de Ferro.

Una fuente para tomar agua fresca y seguir subiendo con energía.

El tiempo ha decidido hacer acto de presencia en forma de lluvia, aún así hay que seguir, la temperatura baja más aún y la lluvia de momento es llevadera, fina y no cala.

Una foto panorámica de la subida en una pequeña llanura.

Preciosos paisajes, digno de recordar este día.

¿Sigo? No me pinta nada bien lo que veo delante.

Un abrevadero sale a mi paso.

Y esta senda es una pasada. Si hubiese subido por carretera me pierdo todo esto.

Una mirada hacia atrás. A partir de aquí se pone a nevar. Copos de nieve finos y la temperatura a 1ºC.
Hay que dar pedales con ganas y subir cuanto antes.

Llego a Foncebadón, ya estoy casi casi en Cruz de Ferro.

Hace mucho frío y viento, encima nieva aunque sean pequeños copos. Las manos se me hielan. Como se nota que no soy del norte, en Alicante no vemos la lluvia ni en la tele.

Una cruz me recibe a la entrada del poblado de Foncebadón.
En realidad Foncebadón es un pueblo en ruinas, solamente mantiene el recuerdo vivo gracias a sus tres albergues, una taberna y un restaurante.

Y este albergue va a ser un buen momento para entrar en calor. Desde fuera he visto salir humo por el tejado. Así que decido entrar para comprar algo de comer y calentar las manos.

El perro, enroscado del frío y durmiendo, ¡vaya tela!

Del albergue he calentado las manos en una chimenea de leña mientras me preparaban un sandwich de jamón serrano y queso para llevar. Que gran acierto haber entrado a ese albergue.

Siguiendo el camino me topo con este precioso caballo blanco, ¡qué pasada!

Aparte hay otro marrón precioso también. En semilibertad, me encantan. Pero no me puedo quedar con ellos porque si nos me voy a congelar y tengo que subir cuanto antes mejor.

¡Qué poquito me queda! Un cartel informativo para contemplar el paisaje dejado atrás.

¡Y por fin! ¡Cruz de Ferro! ¡Que duro se ha hecho llegar hasta arriba! Altitud 1.500 metros.

Los 3 últimos kilómetros con mucho frío (1ºC), nevando y viento en contra, ha sido estresante ver como no avanzaba con la bici, parecía que estaba parado mientras subía, pero por fin he llegado y aquí estoy.
Sólo de saber como me había puesto de difícil la climatología sufriendo encima de la bici para terminar de subir, me ha dado una fortaleza increíble para el resto de mi vida.

Me emocioné mucho al llegar a este lugar, tenía ganas de llegar para dejar la piedra que me había hecho mi sobrina María con tanto cariño y dedicación, se fué a buscar la piedra a la playa, me la pintó con una cara preciosa y poniéndome la fecha de cuando la hizo, me acordé mucho de ti, guapiiiiiisima, de cuando me despedistes en la estación de autobuses, y de tanto recordarte me emocioné un "poquitito así", jejeje. A continuación el video que lo demuestra.

Video - "Llegada a Cruz de Ferro"

 La tradición dice que debes llevar una piedra contigo encima mientras recorres el camino, llevar la carga de esa piedra simboliza tus pecados en la vida, y es un lastre que debes llevar durante el camino y deshacerte de ella cuando llegas a Cruz de Ferro.

La historia de la Cruz de Ferro y su relación con el Camino de Santiago se puede leer en este cartel informativo, del cuál os lo pongo en tres fotos para verlo mejor.

Esta nevando bastante, y hace muchiiiisimo frío. La nariz y manos las tengo congeladas, pero es que los dedos empiezo a no sentirlos.

Así que esta vez decido salirme del Camino para terminar de subir un poquito más hasta el famoso refugio de Manjarín, para cobijarme y tomar algo caliente.

Por fin llego, al refugio templario de Manjarín, regentado por Tomás el Templario.

En su entrada se pueden ver las distancias kilométricas que hay hasta distintas ciudades y países del mundo.

¡Dios que buenoooo! Hay fuego y café caliente, divino.

Decido calentar las manos en el fuego, tomar un café con leche y unas galletas que me ofrecen, a cambio no te cobran nada, tienen una hucha para que dejes tu donativo. El trato es muy bueno y dejo buen donativo, para mí no tiene precio el encontrar este refugio con este temporal de nieve, viento y frío en medio de la montaña, es como encontrarte un oasis en medio del desierto cuando tienes sed. Por supuesto que antes de irme quería inmortalizar en mi credencial el sello del refugio.

Aparte fueron muy amables y me dieron dos bolsas pequeñas para que me las pusiera por encima de los guantes, me dijeron que así haría de cortavientos y conservaría mejor el poco calor que tenían mis manos.

Por supuesto que sigue nevando, sólo queda un pequeño repecho y a partir de entonces será todo bajada.

¡Pero qué repecho!¡Qué manera de sufrir, de pasar frío!

Pero esta vez ya no hay que subir más, toca todo bajada hasta Molinaseca. Han sido 9 kilómetros de dura subida y ahora toca 15 kilómetros de bajada sin parar.

Video - "Bajando a tope hacia Molinaseca"

Las nubes se mimetizan con las montañas.

Bien equipado contra el frío, jajaja...

¿Bajo? A topeee... hasta 60 kms/h llegó a marcar el velocímetro de la bici.

Molinaseca me espera abajo, y un poquito más adelante me espera Ponferrada.

Empiezo a descender.

A media bajada cruzo el pueblo de El Acebo.

Muy bonito, pero no me paro, quiero salir del frío de la montaña cuanto antes. Parece que más adelante se despeja el tiempo.

Y tras 15 kilómetros de bajada el tiempo mejora, llegada a Molinaseca.

Lujazo, fuera nubes.

Toca cruzar el puente medieval sobre el río Meruelo.

Equipado con mi "poncho-chubasquero" jajaja, vaya frío he pasado hace un rato.

El remanso de paz del guerrero.

Ahora toca almorzar el bocata que compré allá arriba mientras nevaba.

Y qué mejor que este sitio. Césped, río, sol, no puedo pedir nada más.

Ahí estamos, preparados para el primer bocado.

"Spanish jam" & "manchego cheese".

Después del más que mericidísimo descanso había que proseguir la marcha, ya quedaba poquito para llegar al destino que quería.

Por la C/ Real abandono Molinaseca.
Woooooow!!! ¡¡¡Ya solamente me quedan 210 kilómetros desde este punto!!!

¡Santiago! Indicame el camino que allá voy.

Y pedaleando pedaleando llego a Ponferrada.
Me registro y sello la credencial del peregrino en el albergue, el único de todo Ponferrada.

Aparcabicis. La máquina total la primera.

Y la entrada al vestíbulo y habitaciones.

Después de instalarme en el albergue y ducharme, toca comer y visitar Ponferrada.

Ponferrada parece sacada de la Edad Media.

Una parte de su famoso Castillo Templario.

Y aquí la cuesta que da la entrada al mismo.

Una panorámica del castillo.

Y desde más cerca con sus características torretas.

Un poquito de información general no viene mal para culturizarse un poco.
Este Castillo fue regentado por caballeros templarios desde el siglo XII hasta el XIV. En el año 1.340 Alfonso XI entregó el castillo al Conde de Lemos y posteriormente también paso a manos de los Reyes Católicos.

¿Entramos?

Ya estamos dentro.

Una vez fuera del castillo vuelvo sobre mis pasos para buscar un sitio para comer.
Antes paro en esta iglesia con cruz templaria.

Me encantaba pasar por esta calle.
A mano izquierda decidí comer un menú del día, nada del otro mundo ni que destacar, salvo que cuando pedí el café no sabían lo que era un bombón y se pasaron como cinco pueblos con la leche condensada, sería culpa mía que no se lo explicaría bien jajaja.

Para bajar la comida lo mejor es pasear y seguir viendo Ponferrada.

Este es su ayuntamiento y su gran plaza.

Di unas vueltas más por la ciudad, un parque grande con zonas verdes y poco más.
Así se me hizo la hora de cenar ligero y volver al albergue para dormir.

Hoy había sido un día muy duro, sobretodo por las inclemencia metereológicas, arrancando desde Astorga con frío, después la llanura con viento en contra hasta llegar al principio del puerto de Cruz de Ferro, a eso se unió la lluvia primeramente, para luego más tarde a mitad de subida aparecer la nieve y más frío.
En fin, a la dificultad física de subir a Cruz de Ferro más las malas condiciones del tiempo ha hecho que el día de hoy sea duro físicamente.
Mañana espero mal tiempo, creo que peor según dicen las noticias y el móvil, así que habrá que prepararse, el puerto es más largo, 14 en total en vez de 9, con lo cúal hay que descansar hoy bien y recuperarse lo mejor posible para estar a tope mañana.