Rutas en Bici

MARTES 21/05 - DÍA 1. RONCESVALLES - CIZUR MENOR

Con ganas e ilusión me despierto hoy, deseoso de coger la bici y empezar a pedalear con destino a Santiago. Los hospitaleros me informaron que el cuarto de las bicis lo dejarían abierto a partir de las 6:00AM, de todas formas no salgo de Roncesavalles hasta las 7:30AM, por ser el primer día no quería molestar a nadie despertándome antes, y mi sorpresa es que la gente se despierta pronto y sobre las 5:30 o 6:00AM ya están en marcha. Me tomo el desayuno de máquina porque las dos cafeterías no abren hasta las 8:00AM y no podía aguantar media hora más porque tenía muchas ganas de empezar esta aventura.

Vídeo Parking bicis Roncesvalles

Cuarto de bicis de Roncesvalles

Así que me pongo en marcha, abandono Roncesvalles y reto con la mirada a ese cartel que pone: "Santiago de Compostela 790". 

Vídeo "Las primeras pedaladas""

Desde Roncesvalles hasta Burguete hay aproximadamente 3 kms de distancia, se trata del primer pueblo que me encuentro tras salir de Roncesvalles, pues bien, 40 minutos tardo en llegar y no por dificultad del terreno, sino por estar parándome cada 10 metros para admirar su belleza, impresionante la vereda de robles y hayas, por todos los lados, precioso, ya me dijo el taxista que se trata de la mayor reserva forestal de roble y haya de Europa por encima incluso de la Selva Negra de Alemania, a pesar de no ser un día despejado y con lluvía fina no había exceso de frío, en muchos lugares había barro que se hundía la rueda, pero merece la pena ir por el camino y no por carretera por mucho que digan que para las bicis lo mejor es ir por la carretera.

Saliendo de Roncesvalles

De camino a Burguete. La cruz blanca de Roldán.

Llego a Burguete, y como había desayunado de máquina en Roncesvalles y poca cantidad, decido parar para tomarme un cafe con leche, enorme por cierto, y una pedazo de magdalena enorme también con trozos de chocolate.

Entrada al pueblo de Burguete

Panorámica de la calle principal junto a la iglesia.

Me paró en un bar que se llama "El frontón", bar muy curioso, ya que a través de una puerta del mismo se accede a una pista cubierta de frontón, de ahí el nombre.

Allí conozco a dos hombres de unos 50 años que son de Villareal, de Castellón, estaban con sus camisetas del Villareal y hablamos un poco sobre fútbol, le dije que era de Alicante, ellos conocían la zona de Alcoy, Ibi y Dénia, y hablamos sobre Elche y Hércules y la segunda división, estuvo muy bien la charlita, desayunamos juntos y al terminar nos despedimos dándonos "Buen Camino", ellos llegarían hasta Burgos. Me dieron consejos a la hora de pasar con la bici por determinados lugares, ya que uno de ellos lo hizo en bici hace 20 años y lo recuerda con una sonrisa todo el rato mientras lo cuenta.

Dejo atrás a los amigos de Villareal y prosigo mi camino, sigo disfrutando de los paisajes de la zona, los animales en total libertad, praderas verdes y extensas, bosques con unos árboles altísimos, sendas estrechas, pueblos encantadores, estoy empezando esta etapa y ya estoy totalmente enamorado de ella.

Praderas de camino a Espinal

Panorámica entre Burguete y Espinal

Animales en libertad entre Burguete y Espinal

Esta etapa tiene cuatro repechos cortos pero duros, de los cuáles dos he tenido que bajar porque la rueda trasera patinaba sobre las rocas resbaladizas por el musgo y otras por el barro, hay dos puertos de montaña yendo por el camino que son duros pero preciosos, esto hace que se lleve mucho mejor, son el Alto de Mezquiriz y el Puerto de Erro.

Bosque para disfrutar

Otra más

Llegada a Espinal, curiosa iglesia

Subiendo el Alto de Mezquiriz

Vídeo "Subida hacia el Alto de Mezquiriz"

Una cancela de las muchas que te encuentras al pasar por el bosque en esta etapa, es de norma volverla a cerrar cuando pasas por ellas.

Al terminar de subir el Alto de Mezquiriz me encuentro con Carmen, que había salido desde Roncesvalles a las 6:00AM según me ha dicho, estaba claro que con la bici la iba a pillar, decido acompañarla durante un rato andando, así mientras cojo aire veo también el camino desde el punto de vista del caminante que lo hace andando. Al final estuve andando con ella unos 3 kms y al llegar al siguiente pueblo, en este caso Viscarret, me monté de nuevo a la bici, me dejó su correo para mandarle las fotos y nos dimos el típico "Buen Camino", una valiente que llegará a Santiago, andando y sola.

Prosigo mi camino, tranquilamente y sin prisas, disfrutando de la experiencia. Ahora tocaba afrontar la subida al Puerto de Erro, y en esta ocasión me encuentro con Carlos, otro valiente que llegará a Santiago andando, aunque él prolongará su camino hasta Finisterre. Decido también con él ir andando un rato y le comento que a un par de quilómetros por detrás anda Carmen y que lo más seguro se encuentren. Carlos ya había hecho el camino con anterioridad, es un tío muy afable y me contó muchas anécdotas del mismo, aprendí de él y me hizo ese rato andando muy especial también al igual que con Carmen, también nos hicimos unas fotos, nos damos el "Buen Camino" y a seguir la marcha.

Una bajada del Valle de Erro

Carlos y yo

Sigo hacia delante, y el día cada vez se complica más, me tengo que poner el chubasquero porque la lluvia no para, y aunque sea fina cala, cada vez hay más barro, la temperatura baja y el aire cada vez hace más presencia, a pesar de todo, la ilusión, las ganas y la experiencia hace que todo eso quede en segundo plano, y la condiciones climatológicas creo que hace más bonito el paisaje aún si cabe. Así que con estas condiciones comienza un descenso precioso desde el Puerto de Erro hasta Zubiri.

De camino a Zubiri

¿Quién quería barro?

Con un descenso pronunciado y precioso llego hasta la orilla del Río Arga a su paso por Zubiri. Desde esta localidad el río me acompañará unos 20 kms hasta llegar a Pamplona. Es una gozada estar pedaleando con tiempo fresco, la naturaleza exhuberante y todo el rato al lado del río escuchando el agua correr.

En Zubiri junto al río Arga y el Puente de la Rabia

A lo largo del Camino de Santiago me toparé con muchas leyendas, una es la que envuelve el nombre del Puente de la Rabia, que según dice la leyenda se llama así porque en la antigüedad si a los animales domésticos les hacían dar tres vueltas al pilar central del puente no contraían dicha enfermedad, que en tiempos remotos era mortal.

Paro en el albergue municipal de Zubiri para sellar la Credencial, ya que me parece un lugar con encanto e importante del camino. La hospitalera una señora mayor muy agradable se interesa por mi camino, de dónde vengo, dónde soy, etc... a lo largo del camino esto se convierte en un ritual. También me apetecía sellar en Zubiri porque es donde nació el cantante invidente Serafín Lizoain Vidondo, más conocido como Serafín Zubiri. El nombre artístico se lo puso en honor al pueblo que le vió nacer.

Saliendo de Zubiri, caballos en semilibertad

Una cascada entre Zubiri y la Fábrica de Magnesitas

Desde que dejo Zubiri todo es bajada prácticamente hasta Pamplona. Es un tramo para disfrutar sin exigirte físicamente, para eso ya he sufrido un poco con los sube-baja anteriores y los dos puertos de montaña.

De camino a Larrasoaña

Se pierden en la altura

Hayedos impresionantes

Señal del camino en el árbol

Parece que los leñadores no andan muy lejos.¡¡¡Árbol vaaaaa!!!

Junto al Río Arga, todo el rato mi compañero de viaje hasta dejarme en buenas manos en Pamplona.

Panorámica del curso del Río Arga



Con la bici arreglada el camino ya tenía otro color, aunque de nuevo se pone a llover, y a la salida de Zabaldika hay un merendero con mesas de picnic y árboles, decido refugiarme bajo la arbolada y comerme el bocata para llevar que había cogido antes del Bar-Horno Irotz.

Con el estómago lleno me vuelvo a subir a la bici, y a darle pedales que había que recuperar el tiempo perdido, en cuanto me doy cuenta iba volando con la bici, cogía buena velocidad de crucero porque hasta Pamplona desde Zabaldika era todo bajada prácticamente.

La entrada a Pamplona es muy bonita, se hace a través del paseo fluvial del río Arga, que me va acompañando todo el rato desde Zubiri.

Cartel indicativo del Paseo Fluvial


Paseo fluvial del Río Arga, crucifijo del Camino.
 


Paseo fluvial a su paso por la presa de Huarte

 
La pena fué que me equivoqué de dirección y no pasé por el pueblo de Villaba, famoso por ser donde nació el pentacampeón del Tour de Francia Miguel Indurain. A pesar de ello la entrada a Pamplona es bonita, acompañando al río Arga por su cauce.

Indicación del Camino en el suelo


 A continuación bordeando el Castillo-Muralla


Y entrando al casco histórico de Pamplona por la "Puerta de Francia"
 

Visitando lo más típico de Pamplona, la catedral, su ayuntamiento, la calle Mercaderes con la calle Estafeta y hasta la Plaza de Toros, el recorrido oficial de los encierros de los San Fermines.

Catedral de Santa María (Pamplona)


 Recorrido del encierro de los San Fermines


La curva más famosa de los encierros


El ayuntamiento de Pamplona
 

 
Para salir de Pamplona me perdí y también perdí mucho tiempo ya que la rodeé entera, así que el propósito del día que era llegar a Puente de la Reina no se iba a ver cumplido. Además el tiempo cada vez era peor, nublado y más lluvia, así que decido parar en el primer pueblo que encuentra el camino a la salida de Pamplona, que es Cizur Menor, ya que para subir la montaña del Alto del Perdón estaba toda cubierta por nubes y no se veía la cima, viento y lluvia, así que decidí dejarlo para el siguiente día con la esperanza de que el tiempo mejorará.

El Altó del Perdón lo tapan las nubes

Un restaurante de Cizur Menor, donde voy a pernoctar hoy


Cojo la guía de albergues que admiten bicis y el de Maribel Roncal no tiene problemas, además bien señalizado a la entrada del pueblo.


Panorámica del jardín del albergue

Entrada al albergue

Después de un día con todo tipo de anécdotas y viendo el mal tiempo que hace, lo mejor va a ser parar aunque sean las 15:00h, hospedarse, ducharse, buscar un sitio para comer y relajarse para el día siguiente.
El albergue es amplio, tiene un cuarto privado para las bicis que se guardan bajo llave, y el precio son 10€. Además la hospitalera al verme la bici tan llena de barro me ofrece lavarla y me indica dónde esta la manguera para darle un agua. El único pero como a lo largo de la mayoría de los albergues, son los ordenadores con webcam que ponen a disposición de los peregrinos previo pago, que o bien no va la webcam, o no va el audio, o ninguna de las dos cosas, así que para comunicarse por skype bastante díficil.